Descripción:
Antigua Roma, siglo IV a.C. Tras el saqueo de Roma por los galos, los supervivientes de la ciudad se refugiaron en el Capitolio, asentado en una de las colinas de la ciudad, y en donde se hallaba el templo de Juno. En su interior vivían los gansos sagrados, empleados para los sacrificios en honor a la diosa Juno. Una noche, los galos intentaron atacar a los romanos allí refugiados. Escalaron la colina aprovechando el silencio nocturno. Los guardianes romanos y los perros se habían dormido, si bien los asaltantes galos se encontraron con los gansos, los cuales se asustaron haciendo mucho alboroto, despertando a los romanos. Gracias a ello pudieron defenderse y repeler el ataque. Sin embargo, la resistencia ante el asedio de los galos se prolongó y los romanos decidieron pagar un rescate a los galos a cambio de que se marcharan de la ciudad. Asalto del Capitolio romano por los galos. Grabado por C. Roberts a partir de un cuadro de Henri-Paul Motte (1846-1922). La Ilustración Española y Americana, 29 de febrero de 1884.